Carrilleras de cerdo al vino
tinto
Otro encargo.
Esta vez del amigo “Javichu”, motero por excelencia y por tanto, “degustador
gastronómico” por afición y devoción. Este año, en nuestra kdd motera anual,
nos sirvieron unas carrilleras al vino en el Asador San Millán de la Cogolla junto al monasterio
de Yuso que parece ser que gustaron mucho y por eso “Javichu” me pidió la
receta.
Este plato,
siendo un clásico, tiene su “secreto” en que la cocción o estofado de la carne
sea perfecto para conseguir que salga muy tierna, jugosa y sin llegar a
deshacerla. Pues bien, viendo varias recetas, vi que el maestro José Romero
Postiguillo propietario del blog ROMERO Y ALGO MÁS, acababa de publicar una receta de carrilleras al vino blanco que quitaba el sentido, así que ¿para qué buscar más si lo
que haga este hombre es garantía de calidad?.
Para no hacer una receta exactamente igual y no aburriros, tan sólo le voy a cambiar el color y poco más. Romero, utilizó vino blanco, como hicieron en el Monasterio y yo voy a utilizar vino tinto de Rioja, ya que estábamos en aquellas tierras.
Para no hacer una receta exactamente igual y no aburriros, tan sólo le voy a cambiar el color y poco más. Romero, utilizó vino blanco, como hicieron en el Monasterio y yo voy a utilizar vino tinto de Rioja, ya que estábamos en aquellas tierras.
Pues sin más,
empezamos la tarde antes de comer las carrilleras, nos lavamos las manos y
avanti:
INGREDIENTES (para 3 o 4
raciones):
-8 o 9 carrilleras de cerdo (2 o 3 por ración),
pedirlas ya limpias, pero enteras, que no os las corten.
-1 cebolla.
-1 cebolleta.
-1 puerro.
-1 zanahoria.
-2 tomates pequeños.
-1 hoja de laurel, 2 o 3 dientes de ajo, pimienta.
-Aceite de oliva virgen extra, azúcar y sal.
-1 botella de vino tinto de buena calidad (tampoco es
necesario un gran reserva).
-Harina para enharinar la carne.
PREPARACIÓN:
Comenzamos lavando
bien la carne y después de seca, la salpimentamos y la enharinamos, yo lo hago metiendo la carne en
una bolsa de plástico con un poco de harina dentro y agitando la bolsa bien
cerrada. No manchamos nada y la carne se queda perfectamente cubierta.
Elegimos una
olla amplia donde vayamos a hacer toda la cocción y le ponemos unas cucharadas
de aceite, donde sellaremos la carne friéndola por todos los lados a fuego alto
unos pocos minutos, tan sólo hasta que coja un color dorado como el de la foto,
y reservamos la carne.
En el mismo
aceite, siempre y cuando no hayamos quemado mucho la harina, sofreímos a fuego medio toda la verdura
picada no demasiado fina, el tomate a trozos medianos, los ajos enteros y el
laurel, lo salamos un poco. Que no nos preocupen las pieles del tomate ya que al final pasaremos
todo por un chino o un pasapurés.
Mientras se
sofríe la verdura, ponemos en otra olla a cocer un poco el vino con 4 o 5
cucharadas de azúcar, para quitarle un poco de acidez.
Incorporamos
de nuevo la carne a la olla principal y volcamos encima el vino. Si no quedara
cubierta la carne, podemos añadir un poco de agua caliente, pero con que se
cubra la carne es más que suficiente.
Ponemos a
fuego fuerte hasta que rompa a hervir. tapamos la olla, bajamos el fuego casi al
mínimo y a esperar dos horitas sin destapar el guiso para nada. Como dice
Postiguillo: “Sin abrir, ¿eh?, sin abrir!”.
Pasadas las dos horas y, sin
destapar, apagamos el fuego y dejamos reposar hasta el día siguiente.
Ya al día siguiente, sacamos con
mucho cuidado la carne sin romperla y la limpiamos de verduras, reservándola en
una fuente.
Sacamos el laurel, pelamos los ajos y ahora a
vuestro gusto, o bien pasamos las verduras por la batidora y luego por un chino
o bien, como he hecho yo, por un pasapurés.
Y tan sólo
nos queda reducir a fuego medio/alto la salsa obtenida, hasta la textura que
deseemos, rectificamos de sal, incorporamos de nuevo la carne y la dejamos
calentar unos 3 o 4 minutos con la salsa reducida.
De
acompañamiento hice unas patatas fritas y para emplatar puse las carrilleras,
el adorno de patatas al lado y un poco de salsa alrededor del plato y un poco
de color verde.
Y a la mesa,
buen provecho. Mirad qué textura se consigue:
Gracias a mi amigo José Romero Postiguillo y a su buen hacer.